martes, 9 de junio de 2009

Mi primer rollo









Algunas cortas, desenfocadas
PERO!
Es mi primer rollo, entiendan a los principitantes.

lunes, 8 de junio de 2009

Ojalá- Silvio Rodrigez


"Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones."

viernes, 5 de junio de 2009

domingo, 26 de abril de 2009

jueves, 12 de marzo de 2009

sábado, 28 de febrero de 2009

Dices que:


Nos escondemos
detrás del orgullo...
alcanzo a sentir.

jueves, 26 de febrero de 2009

AM








AM:Paranoia

martes, 24 de febrero de 2009

martes, 17 de febrero de 2009

domingo, 15 de febrero de 2009








"El cielo estaba rojo como una amapola..."
Extremoduro

Salir a Respirar...


viernes, 13 de febrero de 2009



"y observas los espejos en los suelos..."

Ponme a secar




miércoles, 11 de febrero de 2009



"Vivo en un vertedero me acuesto con la luna que importa ser poeta o ser basura ..."


Fragmento Duende del parque, Extremoduro




Bailame el agua








"Siempre quisiste tocar el cielo con la punta de los dedos sin que el sol te quemara las alas"

domingo, 8 de febrero de 2009

sábado, 7 de febrero de 2009

Tres puertas

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta.
Enfrente, la montaña.
Pasa la nube inmensa;
toda suya... todo suyo.
Huracanes de vientos;
lluvia andante semiparalela
y en todo el monte funerales alegres, naturales,
de hojas muertas.

Los cabellos terráqueos danzan todos iguales
al son de trompetas invisibles que vienen de los mares.

Llegó el otoño; llegó la muerte...
¡Mas no para todos!
Hoy morirán hojas y animales.

Mas no morirán para siempre y, en su transformación de mañana
darán
con más calor
a la tierra,
de su muerte,
pasado mañana,
brotes de esperanza.

Y yo no he muerto.
Me alegro de la lluvia
y me alegro del viento.
Si tengo frío, me caliento;
si tengo miedo, ¡Que no lo tengo!,
susurro y pienso...
y para mañana
ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta inmensa.
Manolo chinato

jueves, 5 de febrero de 2009



Y deja que te invite a un café.

Caliente claro

Y sin azucar… sin aliento.

jueves, 22 de enero de 2009

Las soledades del muro




Su herida golpead de vez en cuando;
no dejadla jamás que cicatrice.
Que arroje sangre fresca su dolor
y eterno viva en su raíz el llanto.
Si se arranca a volar, gritadle a voces
su culpa: ¡que recuerde! Si en su palabra crecen flores, nuevamente,
arrojad pellas de barro oscuro al rostro,
pisad su savia roja.
Talad, talad, que no descuelle el corazón
de música oprimida.
Si hay un hombre que tiene
el corazón de viento,
llenádselo de piedras
y hundidle la rodilla sobre el pecho
(pero hay que tajar noche
-tajos de luz- para llegar al Alba
y acuchillar los muros de las heridas altas
y ametrallar las sombras con la vida
en las mandos
sin paz
amartillada).


Marcos Ana